domingo, 20 de noviembre de 2011

LA FUERZA DE LAS PALABRAS RESISTE A LA VIOLENCIA CONTRA LAS MUJERES

Por Daysi Flores

Las palabras tienen vida propia; son magia, corren por nuestras almas como el agua se desliza por los rincones más infinitesimales de la tierra. Las mujeres hemos abrazado las palabras y aunque la historia haya intentado robarlas, hemos aprendido a pasarlas, a sentirlas, a bailarlas, a tocarlas...a compartirlas. Nos acompañan toda la vida y las cargamos con mucha fuerza. A veces nos inundan y se nos desbordan como lava volcánica pero a veces, se ahogan en el profundo silencio aprendido. De cara al 25 de noviembre, las palabras nos asaltan y todas las luchas confluyen en la eliminación de la violencia contra las mujeres. Nos encontramos a nosotras mismas y a otras con quienes nuestra fuerza se conjuga en esta búsqueda incansable. Las palabras danzan en el tiempo exacto, brillan en el fuego intenso para unirse a un grito casi unísono. Pero ¿de dónde viene esa fuerza? ¿Cómo hacemos las mujeres para levantar nuestras vidas una y otra vez si los golpes nacieron con nosotras? No hay lugar en el mundo en donde cargar con un cuerpo de mujer no signifique ser golpeada; a veces con gritos, abusos, calificativos, mentiras, traiciones, ironías… Todas nuestras historias están marcadas por los golpes: Desde niñas nos castran las esperanzas, nos borran las sonrisas, nos machucan, nos mandan a callar, a dejar de estudiar… a dejar de existir. ¿Cómo hacemos para sobrevivir tanta tortura? ¿Cómo sentimos placer después de que han violado nuestros cuerpos de múltiples maneras? Nos violan extraños, familiares, conocidos, novios, amantes… ¿Cómo nos levantamos cada mañana a pesar de los engaños, las mentiras, los dolores y las marcas en el cuerpo y el alma? ¿Cómo vemos el sol y sentimos que calienta nuestro rostro aún después de los abandonos, las carencias y los dolores? ¿Cómo amamos nuevamente si nos gritan con amargura y sangre, muchas veces la nuestra, que esto no va a cambiar nunca? ¿Cómo seguimos adelante gritando que otra vida es posible con el alma herida...golpeada? ¿Cómo conservamos la esperanza ó de donde sale la fuerza para ir a buscarla? ¿Cómo seguimos enteras? ¿De dónde vienen los tambores que marcan el ritmo de las que luchan por ellas y por todas? Tal vez no viene de ninguna parte y tal vez viene de todas. Tal vez viene de la certeza de que No hay golpes, gritos ni disparos que borren la historia, porque la historia nos recorre las venas. Tal vez viene del bailar con la lluvia y de creer en la paz real, no la de las palomas. Tal vez viene de aquellas mariposas que pasan por sus propias metamorfosis y se convierten en cometas, madres, estrellas, aguas, amores, amigas, hermanas, música, amantes, tierras, maestras, arboles, oxigeno, párvulas, refugios, poemas, calores y libertades. Tal vez viene de la inspiración de las hermanas Mirabal[i], juntada con la de las miles de ancestras conocidas y anónimas que han resistido; aquellas que siguen resistiendo y han guardado y pasado las palabras para nosotras.

Sin importar de dónde viene la fuerza, la historia la vivimos todas, aunque de diferente manera porque hay diferencias reales, pero todas la vivimos aquí en este territorio cercano y tangible que se llama cuerpo. Por eso salimos con el cuerpo los 25 de noviembre a la calle en todas partes del mundo, para gritar con histeria que la historia nos acompaña y que la lucha contra la violencia no cesa, hasta ninguna mujer tenga que sobrevivirla. Porque LAS HISTERICAS SOMOS LO MAXIMO!

¡MI CUERPO NO ES CAMPO DE BATALLA, PAREMOS LA MILITARIZACIÓN YA!!!!



[i] Patria, Minerva y María Teresa Mirabal fueron tres hermanas de una pequeña provincia de la República Dominicana llamada Salcedo. Las Mariposas, como les decían, tuvieron la valentía de luchar por la libertad política de su país, oponiéndose firmemente al régimen del tirano Rafael Leonidas Trujillo. Por eso fueron perseguidas, encarceladas varias veces y finalmente brutalmente asesinadas el 25 de noviembre de 1960.

martes, 15 de noviembre de 2011

¿HASTA CUANDO? Reflexiones en torno a las mujeres y Occupy

Por Alda Facio

Noviembre 15, 2011



Hace unos pocos días leí en Democracy Now la siguiente noticia:
En otras noticias de “Occupy”, activistas de Nueva York erigieron una carpa sólo para mujeres tras denuncias de agresiones sexuales en su campamento de Lower Manhattan.
Alex Borders, de “Occupy Wall Street”, expresó: "Muchas mujeres sintieron lesionados sus derechos, al punto de que estaban en el campus y había gente que invadía sus espacios en las carpas y cosas como esas, por eso establecieron la carpa sólo para mujeres. Tenemos seguridad las 24 horas que patrulla el campamento".
Nan Terri, de “Occupy Wall Street”, dijo: "En este momento, [la carpa] alberga a veinte personas, pero una vez que la organicemos, van a caber más. Por eso tengo los guantes puestos, porque voy a limpiar. Pero mi idea es conseguir más carpas para las mujeres. Estoy tratando de conseguir una carpa de 80 × 80 o de 60 × 60 para poner del otro lado y preservar la seguridad de las mujeres".
No sé si me enojó más la forma como publicó Democracy Now la noticia o la noticia en sí.  Pareciera que el hostigamiento y hasta violación sexual contra las mujeres es un acto tan normalizado que lo que constituyó un evento digno de noticia no era que de entre un grupo de manifestantes contra la violación de los derechos humanos más esenciales del 99% de la población del mundo, hubiera unos violadores de los cuerpos de las mujeres.  No, esa no era noticia porque violar los cuerpos de las mujeres pareciera que se considera consubstancial con ser hombre, ya sea del 1% de la élite o del 99% de los indignados.  Lo único que era noticia era que unas mujeres establecieron una carpa sólo para mujeres para protegerse del hostigamiento.  Así de simple, como si la necesidad de establecer una carpa sólo para mujeres fuera tan ineludible como establecer una carpas para protegerse de la lluvia o unas rampas para permitir el acceso de las personas que utilizan sillas de rueda o como tener traducción con lenguaje de señas para incluir a personas no oyentes. 
Pero lo que más me entristece y frustra es que las propias mujeres nos quedemos calladas ante estas violaciones a nuestros cuerpos para no desprestigiar a un movimiento que está contra el pillaje y violación de la madre tierra y de los derechos económicos, sociales y culturales de las grandes mayorías.  Lo que más me indigna es que no he visto u oído a ningún hombre solidario hacer un llamado para que no se violen los cuerpos de las mujeres en Occupy Wall Street o en cualquier otro lugar.  Lo que más me desespera es saber que si el movimiento Occupy o cualquier otro movimiento por la justicia social lograran su cometido, los cuerpos de las mujeres seguirían violándose porque estas violaciones no son parte de lo que se pretende transformar. Y más me desespero cuando leo que hay más de un billón de mujeres violadas en el mundo, que siguen las violaciones sexuales en el Congo o Guatemala por nombrar dos de los muchos países donde las violaciones se han vuelto cotidianas, o cuando me dicen que la pornografía es libertad de expresión y la prostitución es un trabajo como cualquier otro.
Estoy cansada de que sólo se denuncien las violaciones a los cuerpos de las mujeres cuando las cometen hombres que son miembros de los grupos armados enemigos o de los grupos contra quienes luchamos pero cuando son cometidos por nuestros hermanos de lucha, entonces sentimos que mejor es callar.  Y nos quedamos calladas ya sea porque pensamos que el movimiento anti-capitalista, imperialista, neoliberal, colonialista, racista, contra la corrupción, impunidad o anti cualquiera de las cosas contra las que luchamos, es más importante que nuestros cuerpos o porque sabemos que denunciar a nuestros hermanos de lucha se considerará una traición, tanto por nuestros hermanos como por las otras mujeres.
Hasta cuándo vamos a comprender que quienes traicionan al movimiento son los que violan los cuerpos de las mujeres, no quienes denunciamos estas atrocidades.  Hasta cuándo vamos a entender todas las personas que luchamos por la justicia social que si no eliminamos de raíz la idea que subyace a las millones de violaciones a los cuerpos de las mujeres, es decir, la idea de que los cuerpos de las mujeres son mercancías u objetos que se pueden comprar o simplemente tomar a la fuerza, no se podrá nunca jamás eliminar la mentalidad que permite y justifica los golpes de estado, las guerras, la corrupción, el pillaje de la madre tierra, sus aguas, ríos y bosques así como el robo por parte del 1% de la población del mundo, del 99% de su riqueza.  Mientras creamos que es natural que algunos hombres tomen por la fuerza a algunas mujeres, ¿por qué vamos a creer que podremos lograr que algunos hombres no tomen por la fuerza todo lo que se les antoje?

jueves, 6 de octubre de 2011

DECLARACIÒN DEL ENCUENTRO CONTRA LA MILITARIZACIÒN, REPRESIÒN Y OCUPACIÓN EN HONDURAS

En la ciudad de Tocoa y con las voces de cientos de mujeres y hombres de las comunidades del Bajo Aguán que enfrentan la presencia militar, policial y paramilitar en la zona, en acompañamiento de organizaciones sociales, indígenas, negras y populares que igualmente se confrontan con esta problemática en todo el país, y con presencia solidaria internacional, se realizó el Encuentro con los objetivos de informar la situación de militarización a nivel global, debatir sobre las experiencias y fortalecer las propuestas políticas del movimiento social que lucha contra la militarización en todas sus expresiones.

Con la memoria de otros encuentros y actividades realizadas en el país, y en Latinoamérica y el Caribe, que han  identificado la militarización como forma de control que los sistemas de dominación capitalista, patriarcal y racista ejercen contra los pueblos y sus territorios, se desarrollaron intervenciones, discusiones y mesas de trabajo para fortalecer propuestas articuladas ante esta realidad que avanza en Honduras. En distintas participaciones se explicó cómo el incremento de la militarización se relaciona con el plan de dominio imperial y sus estrategias de intervención que en el  caso de Honduras se asentó a sus anchas a partir del golpe de estado y sus regímenes. Este plan se propone despojar a los pueblos del mundo de los bienes naturales, culturales, y espirituales que les pertenecen.

El evento se desarrolló mientras se ha decidido un aumento de efectivos militares y armas en el Aguán bajo el operativo Xatruch II, presencia que estuvo manifiesta en el Encuentro a través de amenazas y vigilancia continua. El contexto hondureño en los últimos días se caracteriza por fortalecer un estado militarista que destina fondos públicos, que deberían ser para educación y salud,  al presupuesto para la guerra contra el pueblo hondureño a nombre de una seguridad que sólo favorece a los empresarios, terratenientes y narcos. En ese marco también se han incrementado las bases militares norteamericanas en el país en La Mosquitia y Guanaja.

Como contraparte a esta lógica, en el Encuentro hablaron los pueblos, cantaron los grupos populares y artistas, se manifestaron los espíritus que protegen a quienes luchan y se consolidó la solidaridad militante con el Bajo  Aguán. Con espíritu crítico las y los participantes valoraron los avances que el movimiento social diverso ha hecho enfrentando la guerra de baja intensidad que se ha puesto en marcha con toda su maquinaria de secuestros, asesinatos, agresiones ideológicas y otras formas de represión planificada y sistemática.

Las reflexiones y propuestas colectivas apuntan a que frente al estado fallido actual que es al mismo tiempo una estrategia planificada del imperialismo para intervenir a los pueblos, frente a la receta de muerte y violencia que proponen los cuerpos represivos, el camino a recorrer es el de la autonomía popular de los procesos políticos, culturales y económicos, la unidad en la diversidad de los pensamientos, la rebeldía de la palabra y la organización, y de manera urgente la necesidad de asumir un pacto social popular que enfrente no sólo el militarismo sino el plan imperial de dominio económico, social y cultural. Este pacto tendrá que convocar a las fuerzas progresistas del país, comunidades y pueblo conciente en general para enfrentar las problemáticas profundas de miseria, explotación y violencia en todas sus expresiones, especialmente la creciente  criminalización de la lucha social.  

Los acuerdos tomados por la Asamblea fueron puestos en una serie de iniciativas locales, regionales y nacionales que hacen parte de un plan de acción, que será articulado y monitoreado por la Red Nacional contra la Militarización, Represión y Ocupación en Honduras. Algunas de las acciones y compromisos urgentes incluyen la instalación de un Observatorio Permanente de Derechos Humanos  en la zona del Aguán, el desarrollo de procesos de formación en defensoría comunitaria, la continuidad de las campañas de denuncia nacional e internacional y la intensificación de la organización y movilización popular que logre la salida total de fuerzas represivas del Aguán y en otros territorios.   

Además, este encuentro se pronuncia con profunda convicción y fuerza de la siguiente manera:

Nos solidarizamos en actos y palabras con las víctimas de la militarización y la represión en el Bajo Aguán y saludamos su fuerza y resistencia.

Condenamos la brutalidad con que se violan sistemáticamente sus derechos humanos personales y colectivos.

Condenamos el asesinato de la compañera Enelda Fiallos y del compañero Carlos Humberto Martínez, hechos sucedidos durante la inauguración y cierre de nuestro Encuentro contra la militarización 

Nos declaramos en continua y entusiasta resistencia a favor de la paz con dignidad y justicia para el pueblo de Honduras y los pueblos del mundo.

Como mujeres y feministas repudiamos la militarización porque la entendemos como la expresión más violenta del patriarcado que se ensaña en nuestros cuerpos y vidas.

Apoyamos las campañas por la salida de las tropas de ocupación de la MINUSHTA en Haití, pueblo heroico, hermano e inspiración de nuestra lucha.  

Nos solidarizamos con la lucha de nuestras hermanas y hermanos de Colombia y todos los pueblos invadidos que por años han resistido al conflicto armado y siguen construyendo sus proyectos de vida.

Rechazamos la presencia militar, policial, y paramilitar en el Bajo Aguán y reafirmaos el Aguàn no es cuartel, fuera ejército de el.

Nuestro compromiso es con la vida y el derecho a ser felices, por el respeto a los seres humanos integrales y a la naturaleza, por la soberanía y autodeterminación de las comunidades, de los pueblos y las personas.

Nos autoconvocamos para realizar un segundo ENCUENTRO CONTRA LA MILITARIZACIÒN, REPRESIÒN Y OCUPACIÓN EN HONDURAS.

 
¡Para callar las armas, hablemos los pueblos¡

¡Contra la ocupación, represión y la militarización, más lucha y organización¡

 
 Tocoa, Colón, 2 de octubre del 2011

martes, 27 de septiembre de 2011

Vamos al AGUANta Vida


Vamos compas!!
En el Bajo Aguán viven cientos de mujeres, de niñas y de niños, de hombres, de jóvenes como vos.
Como el ejército y la policía les ha quemado las escuelas,  las maestras les dan clase bajo los árboles, bajo las palmas que les han robado quienes los mandan a matar. Entre esas palmas se esconden cuando los desalojan. Esa es la realidad. La realidad también es que ellas y ellos levantan de nuevo la escuela, salen a sembrar, a cocinar sus frijoles, a platicar.
Vamos al Aguán, está aquí en nuestro país.
El Aguán nos toca, el Aguán es nuestro.
Vamos a estar con nuestras hermanas y hermanos que también luchan por la vida digna y justa. Vamos a platicar, a acompañar, a cantar, a indignarnos y seguir refundando esta  Honduras.
Nos vamos desde el 29 de septiembre y estaremos ahí donde tenemos que estar ahora. Vamos a desarrollar el encuentro contra la militarización, ocupación y represión en Honduras en Tocoa Colón.  Como parte del encuentro hay un gran festival artístico, el domingo dos de octubre: Aguanta Vida.
Para poder estar ahí necesitamos llevar alimentos y ropa. Estamos recolectando frijoles, arroz, azúcar, maíz, café, aceite y ropa en buen estado para las comunidades. En tegus, los centros de acopio son COFADEH, tierra libre y café paradiso. En san pedro sula el día 28 de septiembre se acopiará desde las diez de la mañana en el parque central y en El Progreso el día 29 de septiembre también en el parque central.
Compas, Vamos al Aguán.
Invitan organizaciones en lucha contra la militarización y por la solidaridad activa con el  BAJO AGUÁN.
Mayor información al teléfono 88 17 0789

jueves, 18 de agosto de 2011

Arroz con leche… ¿Mujer con Mujer?

Por Daysi Flores

“Arroz con leche me quiero casar con una señorita de la capital: que sepa coser, que sepa bailar, que sepa abrir la puerta para ir a jugar…” Era uno de los cantos más sonados a las 6 de la tarde, después de la escuela y antes del chavo del 8, en las calles de mi barrio. Todos los días entre gritos, pelotas, carreras y juegos terminábamos con rondas especiales como el Materinerero, que de la manera más normal del mundo nos permitía ofrecer y comprar la niña que quisiéramos. Claro, no sin antes enseñarnos que si ofrecíamos sapos muertos, no conseguíamos nada y que lo más efectivo sería ofrecer coronas de princesas con rubíes y diamantes ó tal vez una cadenita de oro. Todos los días era igual: las niñas bonitas se vuelven agachar y por supuesto que todas nos agachábamos, y ofrecíamos las cosas más lindas para que nos dieran a la niña escogida.

Ninguna de estas rondas tenía una explicación ó un pie de página o alguna señal que me advirtiera que yo no podría ni comprar a la niña del Materinerero, ni casarme con una señorita tan divertida que supiera bailar, jugar, pasear y sobre todo coser (cosa que para mi resultaba admirable debido a mi fracaso absoluto en las tiras de economía de la escuela). Tampoco decían las rondas, ni los juegos, ni las maestras, ni las escuelas, ni los libros… ni nadie, que si optabas por desear una niña, todas tus otras cualidades se desvanecerían y serías condenada a la marginalidad absoluta.

El debate generado por una hermosa campaña en las paredes de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras, que pretende sensibilizar a las y los estudiantes en cuanto a la diversidad sexual y racial; me ha hecho recordar las rondas, los juegos, los deseos conscientes e inconscientes de la vida…me ha hecho pensar en Alexa de 18 años, quien al ver mi pulsera de colores me preguntó si yo estaba de acuerdo con la diversidad sexual y en Oscar mi amiguito de 9 hablando del lesbianismo con toda naturalidad ó Sebastían de 7 que dice: anormal sería encontrarme un dinosaurio en la calle! y me ha hecho desear que ESA sea la realidad. Sin embargo, a la hora del almuerzo al escuchar las tristes opiniones de padres, madres, hermanas y hermanos de nuestra Honduras, me doy cuenta de cuál es la verdadera verdá –como dirían nuestros amigos del notinada. La biblia salta por acá y por allá para justificar el odio y el miedo que le tienen al amor lésbico y homosexual. Mientras todos y todas hablan de “respeto” y de libertad; nos recetan el infierno después de la muerte, se quejan de que hagamos muestras de amor en público ó de que digamos abiertamente que amamos un cuerpo igual.

Dentro del Feminismo existe una corriente llamada El feminismo lésbico. Esta corriente se hizo popular en la década de los 60s cuando después de Stonwall, muchas lesbianas se unieron a organizaciones feministas y de alguna manera introducen el debate feminista más allá de las prácticas sexuales “normales” buscando una reinterpretación teórica-práctica de los valores heterosexuales como valores del patriarcado y rescatando como elemento clave del feminismo el análisis de la heterosexualidad como una institución. La diversidad sexual sigue siendo un tema tabú en nuestra sociedad, y sobre el cual debemos seguir hablando y debatiendo. No solo desde el feminismo sino desde las revoluciones, desde las concepciones más íntimas de las personas y en el caso de ésta Honduras, desde las principales aspiraciones de refundación. Después de todo ¿A quién no le gusta el arroz con leche?